Una de las aristas de la malaria económica en el país es la crisis del sistema sanitario, y una de las facetas de ésta es la escasez de profesionales en hospitales y centros de salud. La brecha entre los ingresos que puede recibir un médico del Estado o en forma privada crece y decrece según los vaivenes de las realidades de cada subsector.

Muchos galenos se quejan de la paga de los gobiernos y algunas ganancias en clínicas, sanatorios y consultorios privados pueden llegar a ser exorbitantes, en general a costa del bolsillo de los pacientes. Aunque en el mundo privado también se siente la crisis. Las obras sociales atrasan los pagos y mucha gente está volcándose a atenderse en efectores públicos.
Las especialidades que faltan
El Ministerio de Salud de Entre Ríos confirmó que hay déficit de profesionales sanitarios, especialmente en ciudades chicas, y precisó cuáles son los que más escasean. “Tenemos dificultades para cubrir especialidades críticas. Lo más complicado son pediatría, ginecología, anestesiología y medicina general”, indicó la secretaria de Salud, Carina Reh.

La situación no es nueva ni particular de esta provincia. En 2018 el Consejo Federal de Salud que reúne a todos los ministros el país definió como crítica la oferta de recurso humano en esas disciplinas. La funcionaria entrerriana agregó que también hay faltante en endocrinología, reumatología y traumatología, de las que se encuentran más profesionales en el subsector privado.

En la cartera sanitaria preocupa la cobertura a la demanda en salud mental. “Tenemos psicólogos, trabajadores sociales y terapistas ocupacionales, pero hacen falta médicos especialistas en salud mental y psiquiatras. Los hay, pero eligen prestar servicios para la Justicia o en consultorio privado”, explicó Reh. La carencia quedó en evidencia después de la pandemia de coronavirus, que multiplicó patologías y padecimientos.

Otra área crítica es la enfermería. La semana pasada la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) protestó frente al hospital San Martín de Paraná por el déficit de profesionales en el efector. El gremio calculó que faltan unos 50 enfermeros y denunció que se adeudan 12.000 francos al personal.

Reh adelantó que el Ministerio hará un auditoría para esclarecer lo manifestado por el sindicato. Pero negó una insuficiencia en esta formación. “Se cubren los reemplazos necesarios y casi todas las plazas están cubiertas. El déficit en las instituciones tiene que ver con algunos casos de inadecuada planificación y en algunos hospitales se evidencia un alto nivel de ausentismo”, respondió la secretaria.
Residentes poco atraídos
Uno de los desafíos del Ministerio es interesar y garantizarle un buen desarrollo profesional y personal a los médicos recién graduados que tienen que hacer la residencia en el subsector público para obtener la especialidad. El déficit es tal que en Entre Ríos el año pasado no se cubrieron todas las plazas en pediatría.

La prestación del servicio, en tanto, está bien cubierta en Paraná, aunque está resentida en todo el resto de la provincia. El Ministerio está trabajando con la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) para ofrecer esa especialidad universitaria en la Facultad de Ciencias de la Salud, cuya nueva carrera de Medicina “ha sido de gran ayuda”, valoró Reh.

La secretaria analizó que la elección de especialidades se relaciona, aunque no depende directamente, del lugar de residencia del estudiante y del “atractivo” del pueblo o ciudad donde hacer la práctica. Otra causal de la merma que señaló la funcionaria es que muchos graduados hoy egresan con una familia conformada y no quieren trabajar tantas horas. “Hay otra mirada de la dedicación médica y a veces las residencias no convencen”, estimó.

Son formaciones de tiempo completo, con dedicación exclusiva y bloqueo de matrícula. “Y algunas becas no son tan atractivas”, reconoció Reh. Los médicos residentes trabajan en hospitales entre semana de 8 a 17 horas y deben cubrir dos guardias de 12 horas por semana, con seis horas de descanso después de cada guardia. La exclusividad se termina tras el tercer año y pueden hacer el cuarto trabajando en otro lugar.

Otra de las razones del déficit es que algunas especializaciones son más rentables que otras en el ámbito privado y muchos profesionales optan por aquella que le asegurará más ingresos una vez que termina la residencia.

No obstante, la secretaria de Salud aclaró que hay médicos que eligen quedarse en el sistema público. “El vínculo con el Estado garantiza un sueldo fijo, aporte jubilatorio y obra social. El ingreso privado va a atado a la producción que tengas. Con la crisis de la seguridad social y el retraso de pagos de obras sociales, hay un alerta”, comparó la funcionaria.

Un hito reciente en el tema fue la ley que regularizó con pases a planta a 1.095 cargos que revestían como suplencias o contratos. Fue aprobada en diciembre y aún se trabaja en la aplicación en toda la provincia.

Según explicó Reh, otros ejes de trabajo del Ministerio para atenuar o empezar a resolver el problema de la falta de profesionales son una reforma de la ley de Residencias, que está en estudio para ser elevada a la Legislatura; un “Programa de Fortalecimiento de Residencias” que las haga “más atractivas” (aún en planificación); concretar llamados a concursos –“una gran deuda”, admitió Reh–; e incluso ven necesaria una reforma de la ley de Carrera Profesional Asistencial-Sanitaria, de 2008, que “ha quedado vetusta”, calificó.
Guardias de hasta $72.000
En general en la provincia no faltan médicos para cubrir guardias generales, aunque sí se han complicado últimamente en las Fiestas de Fin de Año. Para “atraer” profesionales en estas fechas se sumó una diferencia al pago. Los servicios se abonan según el tipo de complejidad del hospital y si son “críticos”. También depende si el médico la cubre en el efector de salud (activa) o si está disponible para acudir si lo llaman (pasiva). Las guardias activas que se cubren sábados, domingos y feriados (locales, provinciales y nacionales) se pagan con un 20% extra.

Las guardias se ajustan con las recomposiciones salariales de las paritarias de la administración pública, como parte del escalafón Sanidad. En mayo se implementaron nuevos valores, que los profesionales percibirán a partir del mes que viene.

La escala varía. Por ejemplo, en hospitales de mayor complejidad la guardia mínima rozará los $11.000, pasiva y de 12 horas, pero alcanzará hasta $72.000 si es de cuidados críticos como terapias intensivas, obstetricia, guardia general, emergencias y urgencias.

Las remuneraciones en hospitales de menor complejidad y centros de salud arrancarán en unos $8.000 como mínimo por 12 horas, $17.000 por 24 horas de guardia general y llegarán hasta $61.000 por una jornada completa en los servicios más críticos. En el medio hay distintos valores según la complejidad del servicio y del efector y las horas de la guardia.

Fuente: Uno
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