Si bien el proceso electoral interno del principal gremio docente de la provincia parece encausado siguen apareciendo críticas a la "unidad" que el oficialismo y la fuerza opositora postularon como "histórica".

Desde la fractura interna de la Rojo y Negra se calificó ese acuerdo como "una alianza maquiavélica. Esta jugada, es una pseudo unidad con redistribución de cargos, que solo garantiza a varios dirigentes continuar fuera del aula".

En este caso, los cuestionamientos fueron planteados en un comunicado firmado por Eugenia Correa (Ex Apoderada de la Agrupación Rojo y Negro Gualeguaychú); Silvina Giménez y Carina Aguilar (Suplente Vocal Nivel Superior CGE); Eugenio Jacquemain (Ex vocal CDC Entre Ríos AGMER); Mónica Mendoza (Ex Secretaria Acción Social CDD Gchú); Norma Avincetto (Ex Sec. Jubilados CDD Gchú); Marta Robles y Graciela Retamal (Ex Sec. Acción Social CDD Gchú); Claudia Monti, Ceferino Díaz, Eugenia Gómez, Marcelo Dasso, Susana Romero (Ex Sec. Educación Especial CDD Gchú); Carmen Rodríguez y Alejandro Valiente.

"Cuando las banderas se pisotean, se destiñen" es el titular de ese comunicado donde se expresa que "la Agrupación Rojo y Negro de AGMER, otrora representante docente, ha perdido el rumbo. Lo que tanto cuestionábamos y combatíamos, hoy se ha enquistado dentro de ella.

Esta agrupación nace en oposición al sindicalismo tradicional, burocratizado y encarnado por el oficialismo provincial y nacional. Una agrupación que nace fundamentalmente en base a los principios fundacionales de la CTERA de Huerta Grande en cuanto a la independencia de toda patronal o gobierno.

Quienes acompañamos esta nota, docentes activos y jubilados del departamento Gualeguaychú, hemos militado en las escuelas y la calle las banderas rojinegras. La mayoría hemos sido delegados de base en nuestras escuelas, acompañados por los votos de los compañeros, además de haber ocupado cargos por la agrupación en diferentes estamentos sindicales.
Hoy varios de nosotros, hemos optado por cambiar de lugar en la lucha, no la abandonamos, sino que, enarbolamos los mismos ideales y banderas, pero sin traicionar nuestros principios y menos aún a los docentes que nos han honrado con su confianza. Por ello hoy, adherimos fuertemente a propuestas que, dentro del AGMER, presentan alternativas de un acompañamiento a la docencia entrerriana, enfrentando a la alianza conformada por las agrupaciones mayoritarias y el gobierno de turno.

Una alianza que, con su inacción, apoya los ajustes propuestos desde la patronal del gobierno entrerriano. Eso no significa que hayamos perdido el sentido de pertenencia a esa construcción histórica en el sindicalismo provincial, pero no aceptamos bajo ninguna excusa avalar una alianza maquiavélica.

Esta Alianza tan conveniente para algunos, vislumbra una continuidad en lo que ha sido el accionar del gremio en los últimos tiempos: discursos floridos diciendo que se lucha y hace, pero los docentes continuamos igual de mal o aún peor.

Estar del lado del docente exige sostener con acciones concretas la lucha por lograr condiciones dignas para enseñar y aprender en las instituciones educativas de Entre Ríos. Difícilmente esta alianza, que pareciera perpetuar a dirigentes en cargos o licencias lejos de las aulas, tenga cabal conocimiento de lo que nos pasa a los que caminamos las escuelas todos los días.

Si hay algo que aprendimos en nuestra agrupación, es el respeto a las bases y el cumplimiento de los mandatos que de ellas emanan. Algo que evidentemente han perdido quienes hoy se prestaron a esta jugada, que es ni más ni menos que una pseudo unidad con redistribución de cargos, que solo garantiza a varios dirigentes continuar fuera del aula, aunque hace décadas no pisan una para dar clases. Ese no puede ser el camino a seguir.

El tiempo que se perdió en tratar de “poner en orden” expulsando a la casi totalidad de la militancia rojinegra de nuestro departamento, que solo cometió el “delito” de representar a sus bases con independencia de la patronal y de los partidos, debió ser utilizado en el reclamo genuino de aumentos de sueldo, salarios que hoy no permiten a muchos compañeros estar por encima del índice de pobreza, que no garantiza condiciones dignas en los establecimientos escolares, ni las garantizaba antes de la pandemia.

Llamamos desde nuestros lugares de lucha a la reflexión, el sindicato es la legítima herramienta que tienen los trabajadores para conquistar y defender sus derechos, no debe ser usado para mantenerse eternamente en el poder o fuera del aula. No se debe simular representar a las bases, bajo discursos cargados de frases hechas que simpatizan al poder de turno. Representar al docente implica el reclamo con hechos concretos, con alternativas que permitan un sueldo digno y condiciones dignas de trabajo.

La solución no pasa por alinearse con el oficialismo sindical y el gobierno, pasa por recuperar las banderas que se han olvidado y volver a representar a los docentes de Entre Ríos que lo están necesitando", culmina el contundente comunicado.
Fractura sindical Internas
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