Esto es simplemente un breve currículum que describe a Ivana Zecca, la persona que el intendente Mauricio Davico puso al frente de la Subsecretaría de Ambiente y Seguridad Alimentaria, un área clave no sólo para el Municipio, sino también para la comunidad gualeguaychuense en general.
“En las últimas dos décadas, especialmente a partir de la lucha contra las papeleras, nuestra cuidad tuvo un despertar en su conciencia ambiental, algo que al día de hoy quedó instaurado en toda la sociedad; y esto es algo que yo siempre rescato. Soy una profesional de las ciencias ambientales, por eso es muy importante sentir la presión de los vecinos de Gualeguaychú con respecto a todas estas cuestiones, y se siente esa presión porque visibilizan cuestiones que nos preocupan a todos. Es importante ver qué es lo que el vecino percibe como importante en asuntos ambientales”, sostuvo la funcionaria que marca el camino de las políticas ambientales a nivel local.
Si bien sus pergaminos responden sobre su idoneidad, esta no es la primera vez que Ivana Zecca enfrenta un desafío de este estilo: durante la gestión del exintendente Juan José Bahillo tuvo este mismo cargo, pero por diferencias con los objetivos de aquella gestión, dejó su cargo. “La verdad que llegar acá fue complicado y me costó aceptar volver a ocupar este puesto. Es un desafío muy grande. La vara está bastante alta en Gualeguaychú con el tema ambiental, y hay que estar a la altura de las circunstancias”, reflexionó.
Tras 366 días de gestión, porque 2024 fue año bisiesto, los dos ejes en los cuales se paró la Subsecretaría de Ambiente y Salud Alimentaria estuvieron enfocadas en dos direcciones: la productividad de los residuos que la ciudad genera y el cuidado de los ambientes naturales intrínsecos de Gualeguaychú y las zonas aledañas. Y para trabajar en el primer rumbo se apuntó a un trabajo más productivo en el Ecoparque.
Es en este contexto donde cobra vital importancia para el Municipio de Gualeguaychú el comienzo de una explotación en la venta de residuos de una manera estratégica y mancomunada, sobre todo con los cooperativistas que trabajan en la separación y manejo de los desechos que genera toda la comunidad.
“Por lo general se venden residuos ya tratados por los trabajadores de la Cooperativa de Trabajo Eco Gualeguaychú Ltda. una vez cada mes y medio. En promedio, estas ventas significan entre 20 y 25 millones pesos. De este ingreso, un 30% va hacia los trabajadores de la cooperativa y el resto a las arcas del Municipio”, detalló Zecca.
Un detalle, este ingreso a la Cooperativa de Trabajo Eco Gualeguaychú no es el sueldo de los cooperativistas, sino que es el extra que ganan por su trabajo a la hora de manipular y acopiar residuos que tengan un valor en el mercado. “Esas 55 personas que forman parte de la cooperativa van a tener un mejor pasar y un mejor ingreso económico. Ese 30% que reciben de acuerdo a lo establecido por la ordenanza es independiente del sueldo que ellos cobran por hacer su servicio de separación”, determina la subsecretaria de Ambiente.
La importancia de separar
Hace un par de años se inició en Gualeguaychú una campaña para concientizar sobre la separación de residuos entre orgánicos, inorgánicos y patológicos. Si bien en un principio tuvo sus efectos positivos, en 2020 cayó la pandemia de Covid-19 y muchos de esos esfuerzos quedaron en la nada. Si bien muchos vecinos adquirieron el hábito, el objetivo ahora no sólo es volver a convencer a los que quedaron en el camino, sino además convertir a los que nunca adhirieron a la medida.“Lo que se reduce en la separación, y por eso es tan importante que se haga en origen, es el valor de comercialización de ese residuo. Todos los residuos que se generan se pueden separar. El tema es que también lidiamos con una cuestión operativa debido a la cantidad de residuos que se generan en Gualeguaychú, lo cual hace que por una cuestión de tiempo no podamos separarlos a todos. Por eso creemos acorde el relanzamiento de la campaña ‘Gualeguaychú se Une y Se Para´, para poder instalar en el vecino la importancia de volver a separar”, adelantó.
Fue entonces cuando comenzó a poner su impronta en sus funciones y decidir dar una dirección a las políticas ambientales de la gestión del intendente Davico. En este sentido, sus primeras políticas y decisiones estuvieron apuntadas al Ecoparque, el lugar a donde van a parar todos los desperdicios de Gualeguaychú.
Para dimensionar la importancia del Ecoparque, la actual administración decidió adquirir con fondos propios una topadora valuada en 300 millones de pesos para poder hacer más operativo y óptimo el predio donde se tratan los residuos de la ciudad. Y este dato no es menor, ya que gracias a la venta de residuos que se separan en la planta en seis o siete meses se puede cubrir el costo de esa inversión.
Sin embargo, Zecca rescata otro costado en la separación de los residuos, y en esta cuestión no entra ni lo económico ni lo político, sino lo social, porque para su gestión el capital humano que trabaja en el Ecoparque no sólo es responsabilidad del Estado sino –por una cuestión empática– tiene que ser de toda la sociedad.
“Es muy importante la dignificación de ese trabajo y entender cuál es la importancia que tiene el rol de esos ciudadanos en esa tarea de separación. He hablado con la presidenta de la cooperativa y le he dicho que nuestro objetivo, al igual que en muchas de las actividades que llevamos adelante, es poder visibilizar esta actividad y que el vecino vea que los trabajadores que se dedican a la separación de residuos son vecinos igual que todos nosotros”, sostuvo.
“Esto es un oficio, y quizás para algunos no es una tarea muy linda. A mí, por ejemplo, no me resulta una tarea desagradable. Pero no deja de ser una tarea de riesgo. Acá, como en cualquier establecimiento industrial, se utilizan elementos de protección personal, pero no son muy diferentes a establecimientos industriales que tenemos en el Parque Industrial”, graficó para que todos los vecinos sepan la importancia sobre la separación de residuos desde el propio hogar de cada uno.
Para entender de manera más cabal la labor que se realiza en el Ecoparque y la importancia de separar los residuos, basta un ejemplo que vemos todos los días en la ciudad: los vecinos sacan la basura, la recogen los recolectores de Higiene Urbana, llegan con el camión al Ecoparque y de ahí es tratada por los cooperativistas del Ecoparque. Dependiendo de la labor en cada uno de los hogares se hace más o menos sencillo el trabajo de esos trabajadores. Pero además existe otro punto: mientras más separemos, más se va a poder reciclar y, por ende, más se van a poder reutilizar o comercializar esos residuos, algo que repercutirá en mayor ingreso a los trabajadores, pero también al Municipio, el cual redireccionará esos ingresos a obras necesarias para Gualeguaychú. En otras palabras, separar los residuos es ganancia para todos.
Reservas de Áreas Naturales
Otro de los parámetros a los cuales la Subsecretaría de Ambiente apuntó sus objetivos fue a la conservación de especies autóctonas de la región, sobre todo las que están en peligro de perder su hábitat y, en consecuencia, su propia subsistencia.Gracias al trabajo mancomunado del Municipio con fundaciones especializadas en la protección de la flora y la fauna de cada biodiversidad, durante este año Ivana Zecca y su equipo trabajaron, y de manera fructífera, en esta problemática, la cual durante su primer año de gestión logró tener resultados empíricos, sobre todo con el cuidado y protección del tordo amarillo, un ave icónica de los pastizales y bañados pampeanos, actualmente en peligro de extinción.
La especie enfrenta numerosas amenazas, como la pérdida de hábitat, el tráfico ilegal y el parasitismo de cría por parte del tordo renegrido.
Por esto mismo, el Municipio, luego de las gestiones realizadas por la Subsecretaría de Ambiente, firmó un acuerdo con la fundación Azara y Aves Argentinas y Aves Gualeguaychú para poder consolidar de manera jurídica y legal el Sistema de Áreas Naturales Protegidas, que es como Parques Nacional pero a nivel municipal y engloba el manejo de la reserva Las Piedras, el Parque Florístico y nombró como “Paisaje Protegido” al Parque Unzué.
“Ahora estamos en una percepción respecto de lo que es la conservación, por eso hemos aprobado por ordenanza la creación del Sistema de Áreas Naturales Protegidas. Esto es un avance muy importante no sólo hacia la conservación, sino también a poder trabajar en conjunto entre el Estado y las perspectivas más académicas. El objetivo fue que desde la ciencia se acompañe al Estado en estas políticas”, determinó.
“Se ha hecho un trabajo muy importante entre el derecho del Estado con privados y con diferentes asociaciones. El puntapié inicial fue el convenio con la fundación Azara, y a partir de ese convenio comenzar a trabajar con la Universidad Maimónides (UMAI), que es donde nace esta fundación. Todo esto trae un trabajo en conjunto con Aves Argentinas y Aves Gualeguaychú mediante el cual vemos la situación en la que estamos parados respecto a algunas especies. Se ha incorporado como responsable de Sistema de Áreas Naturales a Juan Solari, que ha sido un motor en esto que tiene que ver con la conservación y el cuidado de estas especies”, explicó la funcionaria municipal.
En lo que respecta tanto al Ecoparque como a las Reservas Naturales, la Subsecretaría de Ambiente puso en marcha además un programa de Educación Ambiental, mediante el cual se capacitó durante este año a 1.200 alumnos de Gualeguaychú: 1.000 fueron y visitaron el predio Ecoparque además de brindarles charlas previas en cada una de las escuelas. “Se les habló sobre la importancia de la separación de residuos y los beneficios que eso le da al ambiente y a las personas, como por ejemplo la incidencia que tiene una buena separación de residuos para que no proliferen las enfermedades transmitidas por el mosquito”, explicó la funcionaria.
Por otra parte, 1.200 alumnos visitaron la reserva Las Piedras, donde se les dio el taller sobre la importancia del cuidado de nuestros espacios naturales. “Todos estos recorridos fueron solventados por el Estado municipal. Fueron 60 colectivos los que se usaron, y esta logística contó con una inversión de más de 3 millones de pesos en transporte”, sostuvo.
Este programa se mantendrá a lo largo de 2025, y además de Las Piedras y el Ecoparque se va a sumar otro recorrido, como por ejemplo el Parque Florístico. Finalmente, también se abordará y concientizará sobre las buenas prácticas ambientales y los beneficios de la separación de los residuos en la Colonia de Vacaciones municipal, que comenzará el próximo 7 de enero, donde se estima que participarán más de mil chichos de diferentes edades.
Objetivos para 2025
Gualeguaychú tiene un corazón, y ese es el río. Si el río se muere, nada más tenemos que hacer acá. Por esto mismo, el curso de agua que fundó, hizo crecer y actualmente es el mayor patrimonio de la ciudad es una prioridad en la gestión de la subsecretaria de Ambiente y Seguridad Alimentaria, Ivana Zecca. Consciente desde su formación académica, es una de las primeras en poner el foco en el agua que nos rodea. Y luego de haber ordenado su área para poder trazar los objetivos de su gestión, sus ojos ahora están puestos en la vena vital de la ciudad.“Ya hemos iniciado contacto con una referente en la materia, que es Patricia Marconi, una especialista perteneciente en fitorremediación y biorremediación que trabaja en la UMAI y que ha trabajado en el saneamiento de la cuenca Matanza-Riachuelo. El objetivo es trabajar juntos para poder brindar un saneamiento a nuestros arroyos que desembocan en el río Gualeguaychú”, adelantó la funcionaria.
“Vamos a iniciar el año que viene un trabajo piloto en el arroyo El Cura, uno de los mayores aportantes de agua al río Gualeguaychú. Vemos que presenta algunas alteraciones en la calidad, al igual que el Munilla. Por eso vamos a tomar puntos estratégicos donde se puedan colocar sistemas de fitorremediación para mejorar esa calidad del agua. El objetivo es que llegue el agua lo más sana posible al río Gualeguaychú”, sostuvo Zecca.
“El río es el corazón de la ciudad, todos nos identificamos con este bien ambiental tan importante. En el río nos identifica, nos hizo crecer, pero también es, por ejemplo, un bien turístico. Es vital para todos. Por eso lo monitoreamos de manera constante. Es un río muy especial el nuestro, tanto que hasta una simple sudestada puede hacerlo cambiar. Se comporta de diferentes maneras y eso hace que, a veces, se produzcan fenómenos particulares. Por ejemplo: lamentablemente este año tuvimos episodios de mortandad de peces, y eso estuvo asociado a las bajas temperaturas. Tanto las altas como las bajas temperaturas afectan lo que es la fauna marina. Eso es un ciclo natural. Pero en todo lo demás que no sea natural, estamos ocupados en cuidar a nuestro río Gualeguaychú”, remarcó.