Entre las actividades destacadas estuvieron los circuitos realizados en sillas de ruedas, ejercicios con los ojos vendados donde los participantes debían patear pelotas guiados por el sonido de un sonajero, y dinámicas en parejas que requerían llevar recipientes con agua mientras sus brazos estaban atados. Estas experiencias no solo generaron desafíos físicos, sino también reflexiones profundas sobre la importancia de la empatía y el respeto mutuo.
Marcelo Pighetti, responsable del Área de Accesibilidad, participó activamente junto a Eduardo Barreto y Erica Koch, quienes guiaron las actividades y dialogaron con los adolescentes al finalizar. Este intercambio permitió compartir sensaciones y aprendizajes, creando un espacio enriquecedor de reflexión.
Por su parte, Ana Severin, responsable del Área de Juventud, acompañó a los jóvenes durante toda la jornada junto a su equipo y los profesores que lideraron las dinámicas. Severin destacó la importancia de fortalecer valores como la inclusión, la solidaridad y el trabajo en equipo en cada actividad.