Referentes culturales de todo el país expusieron al respeto. “Somos una parte del sector cultural independiente que entendió que era importante no solo formalizar, sino organizar colectivamente nuestros espacios de trabajo”, expresó el gestor cultural y cooperativista de la ciudad.
En el segundo intento en este siglo XXI por tener una Ley Nacional de Mecenazgo, el jueves pasado se llevó a cabo en la Cámara de Diputados de la Nación la primera reunión informativa para el tratamiento de los proyectos vigentes. Presidida por la diputada de Catamarca Silvana Ginocchio (Unión por la Patria), la Comisión de Cultura de la Cámara Baja se puso a trabajar sobre los cuatro proyectos de ley que existen en la actualidad.
Los mismos, autoría de María Luisa Chomiak (Chaco), Marcela Passo (Provincia de Buenos Aires) y Ricardo Herrera (La Rioja), diputados de Unión por la Patria que presentaron sus respectivos proyectos. Mientras que el diputado Hernán Lombardi (PRO), ex ministro de Cultura en la gestión nacional de Mauricio Macri, también hizo lo propio.
Si bien cada uno de los proyectos tienen sus particularidades y diferencias, parece haber el consenso necesario para una ley única. Pero, ¿qué es el mecenazgo? Se trata de un sistema de promoción cultural que es financiado por privados y por el gobierno, quien cedería recaudación impositiva para que ese dinero vaya a proyectos culturales. Esto no es nada nuevo, hace mucho se pone en práctica con los clubes sociales y asociaciones civiles, pero no en el sector cultural, ya que sólo en un puñado de provincias de las 24 jurisdicciones está legislado. En Entre Ríos aún no se ha llegado a ese consenso.
¿Cómo funciona?
En general, un consejo evaluador, conformado de múltiples maneras e integrado principalmente por representantes del Poder Ejecutivo, personas físicas o jurídicas, recibe y evalúa proyectos artístico culturales, los aprobados buscan su mecenas: una empresa de capital y en algunos casos puede ser una persona física, quien hace el aporte económico, dinero que será deducido del impuesto a las ganancias.“Nuestro capital es el trabajo”
Federico Peralta es gestor cultural, artista y cooperativista de Gualeguaychú. Desde una cooperativa de trabajo y de manera colectiva, ha llevado adelante el espacio cultural La Solapa durante 12 años, proyecto que hoy se sigue desarrollando territorialmente. Además, la cooperativa a la que pertenece, La Táfila, es una de las siete cooperativas fundadoras de ARDE, la Federación de Cooperativas Culturales de la Argentina, y Federico es su presidente.Fue ese el motivo por el cual la diputada nacional por Entre Ríos Carolina Gaillard lo convocó a esta instancia legislativa, no sólo para llevar la voz de la gestión cultural cooperativa de Entre Ríos, sino de todo el país. “Somos una parte del sector cultural independiente que entendió que era importante no solo formalizar, sino organizar colectivamente nuestros espacios de trabajo”, expresó.
“Es importante decir que quienes hacemos las cooperativas culturales no somos hijos de los dueños del capital económico, nuestro capital es el trabajo y entendemos que asociativamente es la manera en que le podemos darle potencia”, remarcó.
Además de Peralta, expusieron once referentes de la cultura, pero fue el entrerriano el único que aportó una postura desde el trabajador y la trabajadora del arte y la cultura. No es menor este punto: ARDE, la Federación de Cooperativas Culturales es una organización que vincula cooperativas de trabajo de todo el país. Su número hoy asciende a 21 cooperativas federadas, de 13 provincias.
“Es raro, a esta altura, pensar en que desde el Gobierno Nacional se quiera trabajar para mejorar el sector cultural independiente, ya que fue el mismo presidente Javier Milei quien se encargó de dar guerra, vapulear y desfinanciar todo lo referente al desarrollo cultural”, reflexionó Peralta, luego de hablar en la comisión.
Y destacó: “Más allá de eso, esta reunión se llevó a cabo y pudimos, al menos, acercar otro discurso, otras prioridades. No es nada claro si v a salir la ley, lo que sí está clarísimo es que para los artistas independientes y las organizaciones culturales sería una buena noticia su aprobación y posterior reglamentación”.
