Gualeguaychú atraviesa una temporada turística con números positivos en cuanto a ocupación y ha crecido en la cantidad de servicios que le brinda a los visitantes: termas, balnearios y camping de calidad, carnaval y Fiesta del Pescado y Vino, gastronomía eficiente y boliches bailables se destacan en la ciudad.
Los espacios verdes, cercanos a la Costanera están impecables como la zona de las playas, el corredor desde los Obeliscos al Puerto, el ex Frigorífico y la Costanera Sur. Pero hay otros puntos a atender.
En la zona céntrica, Bolívar y Perón es un ejemplo de lo que no debería ocurrir. La vereda rota, sin baldosas, pastos altos alrededor de un árbol y hojas secas junto a residuos son una postal "antiturismo". Si bien es lindante a un espacio privado, el área de Limpieza Urbana podría pasar por el lugar que es parte de la ex Supervisión -cerrada y abandonada a la espera de un mejor destino-, sobre todo porque está a pasos de un Centro de Salud Municipal. Pero las veredas en mal estado o con materiales de construcción se repiten en muchos lugares. De hecho en la esquina de Irigoyen y Rivadavia -a 20 pasos de la puerta de la Municipalidad- hace un mes rompieron la acera en la esquina para una rampa de accesibilidad y aún quedó sin terminar.
El acceso sur Luis Jeannot Sueyro es otro punto nodal en mal estado. Huellas hundidas, asfalto roto, pozos, rotondas peligrosas son parte del escenario de ingreso y egreso de turistas. Es el primer contacto del visitante con la ciudad y no está en buen estado.
Finalmente, las calles de ripio o tierra son un sufrimiento diario para los vecinos. Remiseros, cadetes en motos, ciclistas y conductores intentan desviar los pozos y seguir viaje. La falta de mantenimiento y de máquinas viales repasando las calles es notoria en casi todos los barrios de Gualeguaychú.